domingo, 30 de noviembre de 2008

A mi nadie me hace sorpresa.



Aquí anticipo mi futuro y próximo estado de decepción:

Yo siempre soy de los que se animan para montar fiestecillas, organizar sorpresas, comerle el coco a cualquiera para poder alegrar a mi entorno.
Yo siempre estoy dispuesta a cambiar mis planes, para ponerlo todo más fácil y hacer que le gente esté contenta.
Yo siempre doy todo lo que pueda (y aunque durante mucho tiempo no podía lo hacía) para complacer.

En cambio, a mi nadie me hace sorpresa, nadie se lo curra para alegrarme, para mí nadie se anima, vamos que nadie me hace caso.

Dos soluciones: o me cambio de familia y/o amigos o me paso a mala y yo también pasaré de la gente, yo también me conformaré con llamar o mandar un sms o mejor todavía dejar un mensaje en el Caralibro tan de moda últimamente.

Y puesto que cambiar de familia y/o amigos resulta difícil, no veo otra solución sino pasar al lado oscuro...

No hay comentarios: